La trémula begonia (poema)

From Mary, off course

A la hora de encender la casa,
un soplo azul baja desde la montaña.
Suave, trémula, se mueven las hojas
grandes de la begonia. Tienen girones
verdes entre el delta amarillo que
resplandece hasta los bordes.
Es una efigie en el rincón más visible
de la terraza. Impasible cruza
el día de resplandores y brisas.
Pero a las seis se balancean sus
hojas de selva, irregulares como
tijeretazos de niño, mientras
afuera, oscuro, incierto,
trepida el rumor de grillos,
sapos, pájaros y chicharras,
aderezando en la nada
los miedos nocturnos.

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