Vendo mi voto
Foto tomada de El Tiempo. Por Donaldo Donado Viloria Este escrito es un relato de ficción creado con información de fuentes reales. Cualquier parecido que pueda tener con lo que sucede ahí afuera es pura coincidencia o es prueba de una simple realidad paralela. Parece una parodia de cualquier relato periodístico en primera persona, salpimentada con irreverencias y humor. E l caso y la fuga de Aída Merlano nos ha pringado de mierda la cara otra vez a los que vendemos el voto. País de ingratos, de desagradecidos, que no reconocen el inmenso aporte que le hemos hecho a la democracia colombiana. Pertenezco al estrato tres, pero puedo ser del dos o del uno. Es decir, hago parte de la mayoría de la población del país, de los que más podemos votar, de “ese mar de necesidades sociales insatisfechas”. Somos ‘el caldo de cultivo’, como de forma rimbombante dicen por ahí quienes se las dan de expertos. En mi familia y vecindario, casi todos vendemos el voto. Mi abuelo l...