Los vándalos, esos hijos nuestros
Foto de La Vanguardia (España) Donaldo Donado Viloria Las marchas del 21 de noviembre de 2019 en Colombia resultaron masivas, coloridas, diversas y bullangueras. La de Bogotá fue un carnaval democrático. El colofón del cacerolazo fue exultante. Sin embargo, periodistas postrados, políticos mentirosos y personajes públicos arrastrados por el puritanismo solo han visto el deshacer de los vándalos. Pues, a todos estos les digo: los vándalos son nuestros hijos. Pueden llamarlos como quieran, criticarlos, desautorizarlos, hacerlos aparecer como delincuentes, como escoria, como lumpen, como indeseables. No obstante, no dejamos de reconocerlos como nuestros hijos. De pronto los hemos educado mal, hemos sido muy permisivos o no les hemos dado el afecto y la seguridad suficientes. Quizás los levantamos en medio de violencias de todas las especies. Pero no dejan de ser nuestros hijos. Muchos de nosotros fuimos como ellos a su edad. Antes nos llamaban ‘la chusma’. Y hoy podemos deci...