Anoche terminó la serie Breaking Bad (comentario)



Fue lamentable el final. Pensé que tanta inteligencia derrochada por el protagonista de la serie estadounidense Breaking Bad, de Vince Guilligan, le iba a servir, por lo menos, para salir vivo después de tanta aventura. Pero no. Walter White (Bryan Cranston), un corriente profesor de química y padre de familia poco destacado, a los cincuenta años se entera de que es víctima de un feroz cáncer de pulmón y de que le quedan pocos meses de vida. Con el susto y el dolor de la noticia a cuestas, un día, después de acompañar a su cuñado, un agente de la DEA, a un operativo de captura de unos traficantes de drogas, le surge la idea de convertirse en fabricante (cocinero, le dicen en el medio) de metanfetaminas, un potente sicoestimulante relacionado con la efedrina y con la adrenalina, para conseguir mucho dinero y dejarle el futuro asegurado a sus dos hijos y a su mujer.

A partir de esta anécdota, atravesada por la nobleza de espíritu, se desata la historia que se desarrolló durante cinco febriles temporadas (2008-2013). Me enteré de su existencia por boca de un amigo que me habló maravillas de su historia y de su realización. La busqué en Internet y la encontré en Cuevana, donde la vi a comienzos de este 2013, durante varias semanas, atrapado como cuando leía comic en mi infancia o veía Perdidos en el espacio, Viaje a las estrellas o Viaje al fondo del mar.

La historia está construida sobre la inteligencia para actuar y la buena suerte de Walter White. Su decisión de cocinar metanfetaminas, por razones, obvias, lo mete en muchos líos y problemas, pero siempre el guionista logra salvarlo, sin caer en soluciones inverosímiles. Al contrario, los giros sorprenden por lo creíbles, pero al tiempo por insólitos y sorprendentes.

Es inevitable que White se convierta en un criminal. Sin embargo, sigue siendo un normal padre de familia, tierno con su hija recién nacida, cariñoso con su hijo adolescente afectado por una discapacidad al caminar y al hablar y cordial con su esposa, Skyler.

La mayor parte de la historia sucede a espaldas de su familia. White logra desembarazarse de múltiples sospechas por medio de mentiras que lo convierten en un mentiroso profesional y con honores. Al tiempo, su cuñado, Hank, lidera un grupo de investigadores que husmea tras sus pasos en la mayor parte de la serie, pero sin saber que el enigmático y huidizo jefe del grupo de traficantes de metanfetaminas de Albuquerque (capital del Estado de Nuevo México) y el sudeste de los Estados Unidos es su único y apacible cuñado. Al final lo descubre y el hallazgo le cuesta la vida.


Por momentos, White adquiere entre los seguidores de la serie una aureola de héroe. Evade sospechas, enfrenta amenazas de matones, le hace perder el rastro y confunde a la DEA y logra su cometido de acumular millones y millones de dólares. Al final, atesora en siete canecas de plástico unos 80 millones de dólares, pero por salvarle la vida unos bandidos le roban seis canecas y le dejan solo 11 millones de dólares.

Breaking Bad resultó una serie única, excepcional, porque remozó el género policíaco. Lo sacó de la rutina, de los lugares comunes, del anquilosamiento. Recurrió a la idea de que los monstruos están en el vecindario, de que un narcotraficante no solo se hace por una infancia colmada de privaciones en un barrio de pobres de cualquier ciudad del mundo atrasado y de que cualquiera que sea víctima del familismo y la ambición desmedida puede convertirse en un excepcional traficante de drogas sintéticas.

Me quito el sombrero ante Vicen Guilligan y su grupo de guionista. Son geniales. Las escenas y las acciones fueron construidas con maestría en el arte de contar historias, sin trampas, con una incomensurable capacidad de asombro, con profundo conocimiento de la televisión, con el concurso de técnicas cinematográficas y con personajes joviales y tenebrosos.

Breaking Bad fue una refrescante irrupción de buena televisión y de entretenimiento con contenido de interés y profundamente humano.     

Comentarios

  1. Sí, de acuerdo. Es excepcional la historia; es increíble la capacidad del personaje para camuflarse, para mantenerse en la impunidad y para parecer un buen o, por lo menos normal padre.

    La serie me gustó muchísimo, salvo como me pasa con las novelas y con la realidad, cuando aparece tanta violencia. (Sí ya sé que es tontería mía), pero siempre me pasa: me desencantan los actos terroristas, los matones, la gente que conspira por seguir en el negocio y hacerse a todo el dinero y por detrás está diciendo que ama, en fin... pero los guionistas también sabían que eso era inevitable como la vida misma.

    ¡Felicitaciones por el comentario tan acertado y bien logrado! Coincido en todas tus apreciaciones. Y que sigas adelante con la escritura, con las buenas ideas.

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  2. Erda loco, yo nunca vi esta serie, solamente hace unos pocos días vi el anuncio de los últimos capítulos en el canal AXN; pero con esta descripción que haces es como si me la hubiera visto completica. Bien loco, como todos tus escritos,interesante, sencillo, ameno, bacanisimo llave...

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  3. Excelente serie Dodo, la segui paso a paso, Tal cual como la describes. Un abrazo.

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