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Los robots escriben mentiras... por ahora

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P or estos días se cumple un año del resonante lanzamiento de la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT . Desde entonces comenzó por el mundo una cascada de opiniones, análisis y balances que han dado luces sobre sus beneficios y amenazas. Sin tener aún una completa certeza de lo que implica, lo que sucederá con el tiempo, con su popularización, en Redactores Profesionales ( https://redactores.org ) consideramos que es y será una ayuda para nuestro trabajo . Pero no desplazará al redactor humano. Por ahora. Porque lo que escribe este recurso informático casi siempre es una invención, no una acertada verdad. Sin duda, el avance en la imitación de facultades humanas, como escribir de manera lógica y coherente, lo que no logra la mayoría de la humanidad, es indiscutible. Lo que todavía no puede es verificar hechos , datos y demás información que utiliza en sus escritos. Ni categorizar la calidad de las fuentes de información. Para eso seguimos los escritores de verdad al frente. ...

Los aviones, ese sueño de Ícaro

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Qué preciosos son los aviones. En el aire como en tierra. Diría que perfectos. Sus líneas precisas, la contextura tubular de su cuerpo, la majestad de sus alas, el garbo de su alerón trasero, en fin, su reto excesivo a la imaginación y a las leyes de la física. Estacionados en el aeropuerto, parecen aves en reposo, balas inofensivas. Me gustan mucho sus trenes de aterrizaje, sus llantas pequeñas, quizás demasiado diminutas para rodar semejante mole de metal, plástico y aire. Por sus ventanillas se filtra siempre un misterio. Desde el exterior nunca se vislumbra el miedo que silencia y entierra en las abollonadas sillas a sus furtivos ocupantes. La parte delantera tiene un encanto especial. La punta aerodinámica es el inicio del milagro de volar. Llaman mucho mi atención las portezuelas, dispositivos, rejillas, válvulas, orificios y demás intersticios de su fuselaje, que hacen de ellos unos seres vivos con cavidades, órganos y carnosidades. También tiene el jet la prepotenci...

Elogio incompleto del arroz

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Donaldo Donado Viloria Es incompleto e imposible, porque se necesitaría la percepción de los millones de personas que en la historia de la humanidad han comido este cereal . El arroz , caviar blanco, cuyo grano parece las larvas de las hormigas o escamoles, tiene un sustrato a tierra cocinada, a sudor humano, a elemento esencial para la vida. Me lo como al clima, tibio o caliente a un hervor de quedar listo. Es un alimento noble, dócil. El blanco es universal, pero se puede mezclar con cualquier otro alimento. Con fríjoles o lentejas en su jugo es incomparable. Para muchos, mezclado con huevo revuelto es una maravilla, o sumado a una sopa, un prodigio. Otra cosa es combinarlo o prepararlo con otro alimento que repotencie su sabor. El arroz con coco , quizás, está en lo alto de la pirámide. En América Latina, ¿quién no ha disfrutado ese arroz con color de piel de mujer morena, acompañado de un pescado o de otro ser del agua, y de una ensalada de aguacate o con patacones de plátano...

Los reyes que no lo son

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  Donaldo Donado Viloria Anoche vi la película  Los reyes del mundo , de la cineasta antioqueña  Laura Mora . Su sentido central es el consabido maltrato, la exclusión y la violencia ejercida entre ellos y por los hombres adultos contra los  niños y jóvenes pobres paisas . Ya los había mostrado muy bien Víctor Gaviria en  Rodrigo D  y en  La vendedora de rosas . El título, sin duda, es un sarcasmo. Los cinco niños-jóvenes que protagonizan esta  película de carretera  no son reyes de nada. Quizás de  las calles de Medellín , en donde viven como pueden, sin reglas y sin límites. De allí salen  rumbo a Nechí , en el bajo Cauca antioqueño, donde supuestamente uno de ellos, el mayor,  Bryan , tiene derecho a una  parcela restituida por un juez , herencia de su abuela, que en el pasado fue desterrada por algún grupo armado. Bryan se va con sus cuatro amigos, porque  considera que son su familia , y que esa tierra pleiteada,...

Los vándalos, esos hijos nuestros

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Foto de La Vanguardia (España) Donaldo Donado Viloria Las marchas del 21 de noviembre de 2019 en Colombia resultaron masivas, coloridas, diversas y bullangueras. La de Bogotá fue un carnaval democrático. El colofón del cacerolazo fue exultante. Sin embargo, periodistas postrados, políticos mentirosos y personajes públicos arrastrados por el puritanismo solo han visto el deshacer de los vándalos. Pues, a todos estos les digo: los vándalos son nuestros hijos. Pueden llamarlos como quieran, criticarlos, desautorizarlos, hacerlos aparecer como delincuentes, como escoria, como lumpen, como indeseables. No obstante, no dejamos de reconocerlos como nuestros hijos. De pronto los hemos educado mal, hemos sido muy permisivos o no les hemos dado el afecto y la seguridad suficientes. Quizás los levantamos en medio de violencias de todas las especies. Pero no dejan de ser nuestros hijos. Muchos de nosotros fuimos como ellos a su edad. Antes nos llamaban ‘la chusma’. Y hoy podemos deci...

Vendo mi voto

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Foto tomada de El Tiempo. Por Donaldo Donado Viloria Este escrito es un relato de ficción creado con información de fuentes reales. Cualquier parecido que pueda tener con lo que sucede ahí afuera es pura coincidencia o es prueba de una simple realidad paralela. Parece una parodia de cualquier relato periodístico en primera persona, salpimentada con irreverencias y humor. E l caso y la fuga de Aída Merlano nos ha pringado de mierda la cara otra vez a los que vendemos el voto. País de ingratos, de desagradecidos, que no reconocen el inmenso aporte que le hemos hecho a la democracia colombiana. Pertenezco al estrato tres, pero puedo ser del dos o del uno. Es decir, hago parte de la mayoría de la población del país, de los que más podemos votar, de “ese mar de necesidades sociales insatisfechas”. Somos ‘el caldo de cultivo’, como de forma rimbombante dicen por ahí quienes se las dan de expertos. En mi familia y vecindario, casi todos vendemos el voto. Mi abuelo l...

Aída Merlano y la Barranquilla oscura

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La excongresista colombiana Aída Merlano. Donaldo Donado V. El 8 de octubre de 2019, Aída Victoria Merlano, hija de la excongresista fugada Aída Merlano, dijo con una voz llorosa a la salida del juzgado en el que recuperó su libertad: “Mi mamá no tiene que ser el cordero que limpie el pecado del mundo y a todos los políticos corruptos que tienen ese tipo de práctica. Mi mamá no es la redentora”. Y de políticos corruptos sí que sabe Barranquilla. Los ha padecido con todo el peso de una maldición en por lo menos los últimos 50 años. Se incubaron en la década de los años sesenta, cuando Barranquilla era un pueblo grande que había vivido décadas de prosperidad y progreso de la mano de dirigentes y urbanistas estadounidenses que en la primera mitad del siglo XX le dieron a la ciudad un aliento de ciudad cosmopolita, un impulso del primer mundo. En los años setenta surgieron como hienas hambrientas que huelen a lo lejos la sangre caliente de sus potenciales víctimas. Ento...